Fiel
a su cita con el Día de Todos los Santos, la localidad de Orés (Zaragoza) se viste
de miedo para celebrar su ya tercer Concurso de Cortometrajes de Terror. Con el
aliciente de ser uno de los pocos festivales que incluyen una categoría explícita
para cortometraje amateur, no podíamos pasar por alto su interesante palmarés.
CORTOMETRAJE AMATEUR
Alicia Marina Rosa se lleva
el premio al mejor corto amateur con su ‘016’, después de destacar también en
el veraniego Concurso de Cortos Terror en el Castillo (de Arroyo de la Luz). La
historia: un relato de sucesos extraños que atormentan a una joven en su casa.
En competición: los también
destacables cortometrajes ‘¿Me oyes?’ de Fernando Pliego y ‘The weekend’ de
Oscar Davesa Peña.
CORTOMETRAJE PROFESIONAL
En el apartado profesional, el
cortometraje ‘En las mejores familias’ de Salva Sepúlveda se lleva el primer
premio. La historia: un padre de familia está a punto de salir de viaje, cuando
sus hijas le preparan una inesperada sorpresa.
En competición: el
ominipresente cortometraje de David Muñoz y Adrián Cardona, ‘Fist of Jesus’,
que se han llevado el Premio Especial del Público; además de ‘¿Se puede ser más
romántico?’ de Fidel Alfredo Jiménez y ‘Vuelta al sueño, un cuento cruel’ de
Andrés Vidal.
ESE LUGAR LLAMADO ORÉS, DE MIEDO
Después de tres
años consecutivos fiel a la cita, Orés de Miedo se va perfeccionando y busca también
convertirse en una plataforma de difusión para realizadores locales. “Echamos
de menos creadores de la zona y nada nos gustaría más que nuestro concurso
sirviese como acicate para despertar la inquietud por la creación audiovisual
entre aquellos que nos visitan. Nuestra mayor ilusión: lograr que algún
director se anime a rodar en Orés”, dicen Ana Belén Sánchez y Toñi Suárez,
organizadoras del concurso.
Esta motivación,
por lo pronto, ya ha quedado patente, con la inclusión de su palmarés histórico
del Festival Periferias, dentro de la sección ‘Cine Inquietante’, donde se han
podido ver cortos ganadores en anteriores ediciones, como ‘Alexis’ de Alberto
Evangelio, o el amateur ‘No mires atrás’.
“Buscamos historias
que provoquen al espectador, que lo perturben, asusten y sobre todo que no le
dejen indiferente. Nos fijamos en los guiones, en la fuerza de las
imágenes, la música… e intentamos representar al máximo de los subgéneros del
terror. En la categoría amateur buscamos esos mismos requisitos logrados en la
mayoría de los casos con escasos medios, que se suplen con dosis de creatividad”,
recalcan Sánchez y Suárez.
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