CINEPHONE II: grandes películas grabadas con pequeños teléfonos móviles

El Festival Internacional de Cortometrajes con Teléfono Móvil (o CINEPHONE) concluye su segunda edición en un momento en que queda claro que esto de grabar peliculitas con el celular no es, ni de lejos, un juego de niños. El formato, deja de ser una curiosidad, para convertirse en toda una disciplina dominada con arte (y ensayo) por cineastas como el ganador de este año, Conrad Mess, cuyo trabajo viene especializándose desde hace tiempo en este sentido.

Los 84 trabajos procedentes de 18 países presentados este año en CINEPHONE, que promueve la entidad Lokuos Films, le posicionan ya como un festival internacional en toda regla y como una potente plataforma para cineastas que encuentran en los dispositivos smartphone una manera sostenible de producir su corto con una calidad sorprendentemente decente.

Al fin y al cabo, existe un auge de producciones audiovisuales realizadas con dispositivos móviles, y “si nos detenemos a preguntar el porqué de éste crecimiento seguramente encontraríamos la respuesta en la reducción de costes y facilidad que representa producir un cortometraje de este modo contra los métodos tradicionales de realización de cine”, explica el director de CINEPHONE David Cornado.

Conrado va mucho más allá y asegura que “el smartphone se ha vuelto un dispositivo cultural, quizás el dispositivo cultural tecnológico más revolucionario después de la invención del cine”, no sólo porque “ha revolucionado la manera de comunicarnos e interrelacionarnos con el resto del mundo”, si no también por cómo facilita nuestro “consumo de material audiovisual” y, claro está, su producción. “Los smartphones, tablets y portátiles han relegado a un segundo plano la vieja televisión para ofrecer un sinfín de opciones culturales a la carta que llevamos con nosotros en nuestro día a día”. 

Tal es así, que el propio Festival de Cine Fantástico de Sitges ha decido prestar atención a esta disciplina abriendo este año 2013 una festival paralelo para presentar cortometrajes grabados con el móvil bajo el nombre de Phonetastic.

“Evidentemente no se puede pedir una calidad visual parecida a la del cine”, reconoce Cornado, “aunque como en el caso de los cortometrajes ganadores de esta segunda edición ya podemos observar como esa frontera se empieza a volver difusa y en algunos trabajos, como los del español Conrad Mess, casi no podemos diferenciar si nos encontramos delante de un cortometraje realizado con smartphone o una cámara de video digital”.

PALMARÉS

THE ASKING ROOM: primer premio y mejor fotografía

SOY UN HÉROE: segundo premio

THE EDITOR: tercer premio y mejor guión

FRAMED: mejor banda sonora

EL CINE EN LA PALMA DE TU MANO

El Phonetastic  de Sitges abre una nueva puerta a la distribución de trabajos audiovisuales realizados con teléfonos móviles, expandiendo así este espectro cinematográfico que CINEPHONE propone desde el año pasado, siendo éste un festival exclusivamente para cortometrajes grabados en este formato.

¿Por qué? “Porqué es el momento”, concluye David Cornado: “la revolución que estamos viviendo actualmente nos lleva a reinventar el modelo, la evolución de las tecnologías de la información y audiovisuales están sufriendo un replanteamiento desde sus cimientos, parece que finalmente hemos dejado abandonados los viejos monitores de fósforo verde, la televisión convencional, las aparatosas cámaras de video e incluso las salas de cine. El mundo cambia, evoluciona y se vuelve móvil, lo que ayer se encontraba aquí mañana ya no está, lo que hoy está de moda hace dos segundos ha dejado de estarlo, por tanto necesitamos algo que nos conecte y que viaje con nosotros, algo con lo cuál nosotros sintamos que seguimos llevando el control y que a la vez nos controle, que nos entienda y que evolucione con nosotros como si fuera nuestro asesor personal, dentro de poco desparecerá la tarjeta de crédito y el teléfono móvil se volverá personal e intransferible y una extensión más de nosotros mismos”.

“Siendo un dispositivo que está cobrando tal magnitud en nuestro mundo actual ¿porqué no aprovecharlo para realizar una tarea más para la cuál también como en los otros sectores parece que empieza a estar más que preparado como es la realización de video? Si nos fijamos en el iPhone y en su evolución desde su primer modelo mundial, el 3G, hasta el actual 5S vemos una clara evolución en ese sentido. El iPhone 3G tan sólo era capaz de tomar fotografías, aunque ya causó una revolución por su gran pantalla y la calidad con las que éstas se veían,mientras que su funcionalidad de video era de baja calidad. El iPhone4 revolucionó el vídeo y sentó las bases de los primeros festivales de cortometrajes con smartphones aunque tan sólo conseguía grabar video a 720p. El iPhone4S ya graba vídeo a alta definición en 1080, el iPhone5 mejora el sensor del modelo anterior y el iPhone5S incorpora un sensor mucho más luminoso y permite grabar imágenes a 60fps. Pero si abandonamos Apple los otros fabricantes también han evolucionado sus dispositivos como el nuevo Samsung Galaxy Note III que es capaz de grabar video a resoluciones de 4K, en un momento en el cuál los televisores domésticos y las cadenas de televisión se encuentran emitiendo a 1080p”.

“Creo que está claro que es un dispositivo completamente válido para la realización de vídeo y por tanto parece clara la opción de crear un festival restringido al uso de los teléfonos móviles, además que es un dispositivo que ofrece técnicas creativas innovadoras a las cuáles no estamos acostumbrados a ver en el cine”, sentencia Cornada mientras responde a las preguntas de CortosRotos desde su propio dispositivo móvil, nos confiesa, en el hall de un hotel de Sitges a la espera de poder ver la película ‘Hooked Up’ de Pablo Larcuen, largometraje que bebe de referencias como ‘REC’ y ‘El proyecto de la bruja de Blair’, películas que también desencorsetaron en su momento el modelo de grabación de un film.

Tarde o temprano (lo hemos dicho otras veces), veremos en pantalla grande la primera película grabada íntegramente con un teléfono móvil (y ojo que Nacho Vigalondo ya juguetea con la idea en su esperada ‘Open Windows’)… pero no se equivoquen, los primeros fueron estos cortometrajistas amateurs (porque el formato es amateur aunque seas un profesional como la copa de un pino) que se hicieron una simple pregunta: ¿y por qué no?